domingo, 15 de enero de 2012

Un poema de Borges:

Todos los ayeres, un sueño

Naderías. El nombre de Muraña,
una mano templando una guitarra,
una voz, hoy pretérita que narra
para la tarde una perdida hazaña
de burdel o de atrio, una porfía,
dos hierros, hoy herrumbre, que chocaron
y alguien quedó tendido, me bastaron
para erigir una mitología.
Una mitología ensangentada
que ahora es el ayer. la sabia historia
de las aulas no es menos ilusoria
que esa mitología de la nada.
El pasado es arcilla que el presente
labra a su antojo. Interminablemente.

1 comentario:

  1. Me encontré los ultimos dos versos de este poema en un cartel de los jardines del museo saavedra, cerca de constituyentes y general paz: que joya, ¿no?
    Guille

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